Piezas estelares de la joyería de la Alhambra

El Museo de la Alhambra cuenta con una nueva vitrina temática dedicada a piezas estelares de la joyería de la Alhambra en la que se pueden ver delicados ejemplos de alhajas de diversos formas y materiales. La joyería andalusí se conoce en gran medida gracias a una serie de tesorillos aparecidos y a las descripciones de joyas de las fuentes escritas, que nos hablan tanto de sus formas como de su uso. Especialmente interesante para conocer estas piezas son los inventarios y detalles que aparecen en las cartas de dote morisca. Las piezas de la nueva vitrina del museo muestran la variedad de formas, técnicas de fabricación y materiales empleados. Las joyas de oro y plata serían las más apreciadas, pero hay también otro tipo de piezas fabricadas en metales menos nobles que se adecuaban a los distintos estratos sociales. Además del uso de distintos metales, estas joyas se decoran con piedras preciosas, semipreciosas, perlas y vidrio. El vidrio, de hecho, fue muy usado en la decoración de las joyas, bien en forma de cabujón o cuentas. Otro tipo de joyas son las escogidas por su función como talismanes, como puede ser la jamsa o las pulseras de vidrio que suelen colocarse a los niños para protegerlos del mal de ojo. Las piezas de joyería del Museo de la Alhambra se pueden agrupar en varias tipologías: Joyería del Periodo Emiral. En la colección del Museo hay piezas que forma parte del tesorillo de Medina Elvira. Entre ellas destacan tres fragmentos a una misma ajorca. Esta joya podía colocarse tanto en brazos como en muñecas o tobillos.

La pieza ha sido realizada en plata chapada mediante la unión de cuatro cilindros huecos que se retuercen a modo de cordón, conservando también restos de una decoración en filigrana. Estos cilindros huecos probablemente estarían rellenos de una pasta a base de resina mastic, de la que se han encontrado restos en piezas similares. En uno de los extremos se aprecia el sistema de cierre de la ajorca. Esta ajorca puede ser fechada gracias a las tres monedas emirales que aparecieron junto a ella. Dos de estas monedas han sido perforadas, y conservan el anilla para colgarse como elemento decorativo de joyería. Joyería del Periodo Nazarí. Como ejemplos de joyería del periodo nazarí se muestran en esta nueva vitrina cuatro aretes, dos de ellos fabricados en oro. El primero de ellos, se encontró en Granada en el Río Darro. Todo el cuerpo está trabajado mediante una filigrana al aire que dibuja formas geométricas. El cierre es de mosquetón.

� El segundo de ellos se encontró en el hueco de la escalera SE del Patio de la Acequia, de la Dār al-Manlaka al-Sacīda en la finca del Generalife. A este arete de oro le falta al cierre y el congalte de la parte inferior, que podría ser una pequeña perla. Todo el cuerpo del arete está trabajado mediante hilos enrollados y decorados con lo que parece esmalte y vidrio en cabujón.

� Los otros dos aretes expuestos son de bronce. Uno de ellos conserva el cuerpo completo, aunque es posible que le falte algún elemento colgante. El otro arete está compuesto en su parte inferior por una serie de anillas, de una de ellas cuelga una sarta formada por un alfofar y dos cuentas de vidrio. Seguramente el resto de las anillas estarían decoradas de manera similar, aunque no se han conservado restos de las otras sartas. Además se pueden ver los fragmentos de una misma ajorca de oro realizada mediante la unión de dos chapas, siendo la interior lisa y la exterior decorada con formas geométricas obtenidas mediante repujado. Estos fragmentos se han deformado al perder el relleno de pasta que mantenía su forma. También de este metarial es un cordón cuidadosamente trenzado de hilo de oro.

Se encuentran expuestos igualmente unos botones o adornos para ser aplicados en los vestidos: el primero está cincelado y tiene forma de florecilla; el segundo tiene aplicaciones de filigrana aplicada. También se puede ver un pinjante que pertenecería a un hayte o collar. Ésta es una de las piezas colgantes que formarían parte de los collares al igual que los alcorcíes y tiene una forma piramidal con una arandela en la parte superior para unirse al collar. Ha sido fabricado en oro mediante chapa y tiene como decoración filigrana y repujado en sus caras. Además de las piezas en metales nobles son frecuentes y populares las piezas en bronce, como los anillos de esta vitrina con sellos cincelados como decoración. Uno de ellos muestra una cartela horizontal con lo que podría ser epigrafía en la parte central y a los lados formas vegetales; el otro, desarrolla una decoración que arranca de un triangulo que prolonga sus ángulos y forma una palma en el centro, en los lados tiene tallos serpentiformes terminados en palmas.

La joyería en vidrio. Entre las piezas expuestas se encuntran piezas elaboradas en vidrio, como una serie de anillos. Todos ellos han sido modelados y estampados, son monócromos y con una tonalidad muy oscura. También hay pulseras de vidrio de color negro, unas de las pocas piezas completas de este tipo con que las cuenta el Museo de la Alhambra. Acerca de su uso se barajan varias hipótesis, algunos autores hablan de estas piezas como un sustituto de las fabricadas en azabache, que ya estuvieron de moda en época romana. Sin embargo Patrice Cressier, entre otros, piensa que: “estas pulseras serían más bien abalorios dotados de un valor profiláctico, una especie de talismán para protección de ciertas enfermedades y del lúgubre mal de ojo sin olvidar su posible referente de clase social e incluso de marco confesional”. Las pulseras suelen presentar un diámetro muy reducido, quizás por ser utilizadas especialmente por niños.