Andrea Morales: “Morayma es un personaje que está muy construido por mí, desde un punto de vista ficticio”
Si buscamos en Instagram el nombre Andrea D. Morales, encontraremos una cuenta con mucho material literario y una biografía que la describe como Medievalista, escritora de novela histórica, autora de La última sultana, La dama de la judería, La biblioteca de Córdoba. Sí, Andrea es muy activa en esta red social, pero también en eventos literarios y ferias de libros locales, gracias a la trayectoria que ha construido a través de sus obras publicadas y a su formación como historiadora, especialista en Edad Media y más concretamente en Historia de género en el al-Ándalus.
Su primera novela histórica, La última sultana (Ediciones B) cerrará el Club de lectura de la Alhambra 2025 y Andrea tendrá la oportunidad de encontrarse con los lectores, el 13 de noviembre en la Sala de Conferencias del Palacio de Carlos V, para hablar sobre Morayma, la esposa de Boabdil, el último rey de la dinastía nazarí y de la que prácticamente no hay registro en las capítulos históricos de la Granada del siglo XV.
Hablar con la escritora es comprobar ese refrán popular que reza: “nada es tan contagioso como el ejemplo”. Su pasión por la Historia, la lectura y la escritura viene desde pequeña, gracias a su entorno familiar. “Tengo la suerte de que en mi familia había muchas personas interesadas por la Historia. Mi abuelo ha sido un gran aficionado de la Historia. A mi padre siempre le ha gustado. Uno de mis tíos es historiador. He tenido muy buen acompañamiento desde niña. Y luego he tenido también la suerte de que en el colegio tuve profesores que hicieron un trabajo excelente alimentando esta pasión. Entonces el caldo de cultivo estaba ahí desde pequeñita”.
¿Y la vena como escritora? ¿Cuándo supiste que querías escribir?
(Suspira) ¡Esto es más difícil! Yo creo que siempre he sentido la necesidad de expresarme. Siempre he sido una gran lectora. Así como en mi familia ha habido interés por la Historia también lo ha habido por la lectura. Casi todas las personas de mi familia leen y leen mucho. Son ávidos lectores. Entonces cuando lees tanto es muy fácil pasar a la escritura. Que te interese volcar tus sentimientos en un papel, fabricar historias, originar nuevos mundos. Recuerdo de pequeña escribir muchos cuentos incentivada por actividades de escritura en el colegio. De hecho uno de esos cuentos lo tienen mis abuelos. Lo escribí, le hice un dibujo y todavía lo guardan ellos. Es una cosa desde pequeña que está intrínseca en mí.
Sobre La última sultana, Andrea Morales afirma que de Morayma, personaje principal de la novela, no existe casi información. Su paso, como el de muchas mujeres a través del tiempo, no fue debidamente registrado como suele ocurrir en el caso de los hombres. De hecho, al final de la obra, los lectores encontrarán una Nota de la escritora que reconoce que “escribir acerca de Morayma es una tarea complicada debido a la escasez de datos que tenemos sobre ella y su vida. Por desgracia, es la tónica general en cuanto a figuras femeninas a lo largo de la Historia,pues las fuentes primarias tienden a omitirlas en pos de sus compañeros, los hombres, quienes han sido hasta ahora los protagonistas”
¿Cómo y por qué decides escribir sobre Morayma? ¿Cuándo entró en tu radar literario?
Yo estaba haciendo la especialización de Medieval y tenía una asignatura sobre Minorías étnicos- religiosas en la Edad Media. El paso de la Conquista Cristiana -cómo se toma al final la Granada Nazarí, cómo los musulmanes literalmente pasan a ser una minoría étnico-religiosa porque ya no están en un territorio jurídicamente bajo doctrina islámica, sino que están en un territorio conquistado por el cristianismo- me interesaba hacer un trabajo sobre esto y pensaba mucho en los últimos momentos de Morayma. Pensaba en Aisha (la hermana de Boabdil), en cómo se queda aquí con su marido porque no pueden cruzar al otro lado del estrecho por problemas de él. Son gente con una fe muy concreta, que han perdido y se quedan aquí. Cuando quise hacer el trabajo sobre ellos me di cuenta que de Moraima había prácticamente nada. Dije “no puedo hacer algo con pocos datos históricos”. Se me presentó un problemón y tuve que hacer el trabajo de otra cosa. Morayma se quedó ahí. Posteriormente, me llamaron de la editorial y tuvimos que elegir qué historia contar. Salió Morayma. Y no fue que yo lo dijera, si no que empezaron a enhebrarse casualidades y se llegó hasta ella. Envié un listado de señoras que me apasionaban y Morayma contaba con muchas cosas, entre ellas que es de baja Edad Media, algo que a la gente le suele encantar, y la historia era jugosa y estupenda.
¿Pero de qué hilo tirabas si no había casi nada de ella?
En este caso, con esos tres datos históricos que teníamos pude recrear mucho. Primero porque de ella no tenemos casi nada pero sí de Boabdil, del padre Muley Hasan, de el Zagal, de los Reyes Católicos. Con esto pude trazar algo, al menos una cronología. Luego, la parte de la vida cotidiana, de cómo son las mujeres en el al-Ándalus lo sabía. Entonces, Morayma es un personaje que está muy construido por mí desde un punto de vista ficticio, porque no sabemos cómo era ella, pero atendiendo realmente lo que fueron otras mujeres que estuvieron insertas en el círculo del poder, por cómo actuaron, por cómo era el canon de belleza, por cómo las educaron, pude trazar lo que podría haber sido. En este caso, la novela es una aproximación de todo lo que he podido a la historia, y por otro lo que he pensado podría ser, metiendo esa parte de ficción, reconstruyendo un poco y tomándome las posibles licencias que necesitaba para crear una estructura narrativa que tuviera un sentido.
Y ya para terminar, metiéndonos un poco en el plano personal: ¿qué te gusta hacer? ¿qué pasatiempo tienes?
La verdad es que soy muy lectora. Leo mucho de todo. Quitando esto que es en lo que más invierto tiempo –en la lectura por placer, no por la obligación de escribir-, yo tengo hobbies de abuela o de señora medieval. Me gusta bordar, tejer… (risas). Soy muy cinéfila. Me gustan las series, las películas. Pasear con los amigos. Invertir tiempo de calidad con la gente que quiero es una de las cosas que más me llena e intento hacerlo todas las veces posible.
Entrevista realizada por Betty Hernández.





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