Marmita califal

Una de las piezas cerámicas más representativas de los contextos arqueológicos hispanomusulmanes son las marmitas. Este recipiente de cocina se usaba para preparar los alimentos al fuego, determinando esta función su morfología. Aunque abundan las formas más comunes de marmitas, sin decoración, en el Museo de la Alhambra se puede ver este ejemplo de época califal. Se trata de una marmita de pequeño tamaño con base ligeramente convexa y cuerpo cilíndrico que quiebra en ángulo recto hacia el interior, lo que genera una superficie plana a partir de la cual se desarrolla un borde recto con remate redondeado. Tiene cuatro asas planas con nervadura central. La decoración exterior está vidriada en blanco, verde y negro. Desarrolla una banda horizontal decorativa con hojas de acanto de tallo grueso y ondulante. El interior está vidriado en un tono melado Si se observa con detenimiento la pieza se puede apreciar la impronta del fuego y el color oscurecido por su efecto, como resultado de la utilización que tuvo esta marmita.