Salvia aterciopelada en la Alhambra

El otoño se nota ya en la Alhambra. El paisaje floral ha cambiado estos últimos días, en los que el frío ya se deja notar. ¡Me encanta el otoño alhambreño! Me relaja pisar las hojas caídas y escuchar el ?chas-chas? de cada pisada, el sonido del agua, la mezcla de colores, rojo, marrón, amarillo? Un paisaje que atrapa en cada rincón y que merece descubrirlo especialmente en esta estación del año.
Me entero que la Salvia leucantha, conocida en castellano como Salvia cruz o Salvia rabo de gato, es la planta del mes en la Alhambra. Y salgo a buscarla. En las Huertas medievales del Generalife me llama la atención una alfombra aterciopelada de color violeta, blanca y verde, cuyos colores se hacen aún más intensos con los rayos de sol. Me acerco a ella y descubro que sus hojas tienen un aspécto lanoso con unas llamativas flores de cáliz violeta claro y pétalos blancos con pinta de ser suaves al tacto.
La Salvia Cruz es un arbusto de hasta 1’5 m de talla, originario de Méjico, en donde se la conocecomo algodoncillo, cordoncillo o moco de pavo. Allí, se puede encontrar de forma natural y es muy cultivado en huertos familiares, donde ya me imagino la belleza de esta acariciadora manta de colores.
Etimológicamente, su nombre procede del latín salvus (que significa “salud”), y del griego leukos (que significa “blanco”) y anthos (que significa “flor”). Me cuentan que es una de las especies vegetales preferidas por los ?paladares? de las abejas y otros beneficiosos insectos por su carácter melífero. ¿Conocías las cualidades de la Salvia?