Pieza del mes de marzo: los sumideros de cerámica

A lo largo de la historia de la arquitectura, la necesidad de evacuar las aguas procedentes de la lluvia ha generado el estudio y la puesta en marcha de todo un sistema de canalización de las mismas. En este sentido, el sistema hidráulico de la Alhambra es un buen ejemplo para mostrar la tecnología que está en relación con el agua, su gestión y organización del espacio, la planificación urbanística regulada y la regulación jurídica. En el mes de marzo, se podrá saber más sobre este tema a través de una de las piezas del Museo de la Alhambra: un sumidero de cerámica datado hacia el siglo XIV y procedente de la ciudad palatina de la Alhambra.
Los sumideros se ubican en espacios generalmente abiertos, como patios de viviendas, en los que el pavimento debe realizarse ligeramente inclinado hacia un imbornal, que da salida a las aguas pluviales mediante unos tubos cerámicos llamados atanores y los dirige hacia un cauchil.
No todos los sumideros se elaboraban y decoraban de la misma manera, el que nos ocupa está realizado en cerámica vidriada para favorecer una mayor protección y evitar la erosión y el desgaste. De coloración verdosa y planta cuadrada, sus dimensiones son reducidas, no llegando a los 16 centímetros de lado. Tiene una base plana debido a que debe ajustarse como una pieza más en la solería y presenta un círculo rehundido junto a cuatro cavidades curvas equidistantes dos a dos. Inscrita en ese círculo, se encuentra una estrella de ocho puntas. El orificio de desagüe ocupa uno de los laterales casi en su totalidad y se prolonga mediante una tubería achatada del que apenas se conserva el arranque.
La especialista Dolores Gómez García explicará todos los detalles de los sumideros del Museo de la Alhambra los sábados del mes de marzo a las 12h. Entrada y actividad gratuita.