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DEL PATRONATO DE LA ALHAMBRA Y GENERALIFE

28 noviembre 2014

La historia del museo

En el siglo XIX muchas de las piezas más significativas de la Alhambra se encontraban distribuidas por el monumento; otras estaban dispersas y fragmentadas por diferentes lugares, la mayoría simplemente apiladas en escombreras. En esta época fue común el expolio, la venta de objetos a diversos coleccionistas privados e incluso el robo de “recuerdos” por parte de algunos de los visitantes de los palacios nazaríes. A final de siglo la Alhambra se convierte en Monumento Nacional y la Comisión Provincial de Monumentos se hace cargo de la misma. Desde este momento ya empieza a latir en el ambiente la idea de un museo; de hecho en 1870 el presidente de la comisión, Rafael Contreras, propone la creación de un museo oriental ubicándolo en el espacio del Palacio de Carlos V. En 1873 se comienza a elaborar una lista de objetos que podrían conformar un “Museo de Antigüedades de la Alhambra” y la Casa de los Gobernadores es elegida como lugar para custodiar las piezas. Entre el primitivo catálogo del museo destacaban el jarrón de las Gacelas, la pila de Badis, las aldabas de bronce que decoraron el palacio de Carlos V o una tabla decorativa  de madera que se utilizó como capialzado en el palacio de los Leones. La pretensión final era tener un lugar en el que fuese posible la contemplación de piezas singulares, al tiempo que se posibilitaba su conservación y se evitaba la dispersión de piezas en manos privadas. Manuel Gómez-Moreno González propuso la creación del Museo Nacional Arábigo Español, eligiendo como sede apropiada, de nuevo, el palacio de Carlos V. Mariano Contreras redacta 1889 un anteproyecto para adecuar el palacio a museo arqueológico y de bellas artes que no se ejecutó por su elevado presupuesto. A partir del primer tercio del siglo XX la colección comienza a clasificarse, estudiarse y restaurarse. Gallego Burín propone a la Asamblea del Cuerpo Facultativo de Museo de Madrid la creación de un Museo de Arte Islámico y la llegada a la Alhambra de la figura de Leopoldo Torres Balbás marcará una etapa decisiva. Torres Balbas ocupó el puesto de arquitecto conservador (1923-1936) e impulsó la idea de museo. En 1928 el Estado destina 150.000 ptas. al museo y Torres Balbás adapta el palacio de Carlos V a espacio expositivo, instalando allí el que fue Museo Arqueológico de la Alhambra. Aunque el museo no se abrió de manera pública, sí recibía visitas de personas interesadas.

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Piezas que formaban parte de la colección del museo. Fuente: RIA

Durante estos años se empieza además a exponer piezas significativas en espacios insignes del Monumento y se participa en muestras como la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Las excavaciones arqueológicas que se realizan propician un aumento vertiginoso de los fondos del museo y además se completa la colección a través de compras y donaciones.

La Guerra Civil frenó los trabajo que se estaban llevando a cabo, pero tras el conflicto se continúan las labores de estudio y catalogación. En mayo de 1940 se constituye el nuevo Patronato de la Alhambra y a finales del año 1942, bajo la dirección de Jesús Bermúdez Pareja, el museo se incorpora por Orden Ministerial al servicio técnico del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos dependiente de la Inspección General de los Museos Arqueológicos, dirigida por Joaquín Mª Navascués. Aunque continúan los trabajos en el palacio de Carlos V, desde los años 40 del siglo pasado el museo se ubica en la zona de los palacios nazaríes, abriéndose al público a comienzos de 1946.

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El Jarrón de las Gacelas ubicado en el Antiguo Museo. Fuente: RIA

En el año 1962 se funda el Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán con los fondo de arte nazarí  a los que se les suma objetos islámicos de diferentes etapas históricas provenientes de otras colecciones, como la del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada. El arquitecto Francisco Prieto Moreno consideró entonces que el museo debía estar ubicado en un edificio de nueva planta y posteriormente, en los años 70 del siglo pasado, se llevó a cabo la construcción en la huerta de Fuentepeña de un conjunto de edificaciones con el fin de convertirse en la nueva sede museística. En 1986 se aprueban los nuevos estatutos del Patronato de la Alhambra y Generalife en los que se le asigna la administración humana y económica del museo, que pasa ya a llamarse, de manera definitiva, como Museo de la Alhambra. La rehabilitación del palacio de Carlos V propició que desde 1995 el Museo de la Alhambra se instalara en el ala sur, con un proyecto diseñado por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade. El resto de la colección se custodia en dos áreas de almacenaje: la última sede expositiva, en los palacios nazaríes; y en parte del edificio construido en la zona de Fuentepeña, donde hoy se llevan a cabo los trabajos de inventario y catálogo. El Museo de la Alhambra ha quedado finalmente ubicado en el lugar original que para él se pensó: el palacio de Carlos V.  Actualmente abre todos los días de la semana, a excepción de los lunes, con entrada gratuita; ha aumentado su colección desde las 44 piezas iniciales con las que se contaba a finales del siglo XIX hasta 236.000 objetos que actualmente la conforman; y es pieza clave para el desarrollo de las exposiciones temporales promovidas por el Patronato de la Alhambra y Generalife. Si quieres conocer más sobre el museo, esperamos tu visita.  Y si quieres conocer la historia del palacio donde se ubica puedes seguir leyendo. Bibliografía para saber más: Álvarez Arza et al. El Palacio de Carlos V : un siglo para la recuperación de un monumento. Patronato de la Alhambra y Generalife. Granada,1995 Jiménez Torrecillas, J. Sendra , Torices , Muñoz,  Domínguez, Muñoz. La investigación arquitectónica, el proyecto de arquitectura y el acondicionamiento ambiental en el proyecto de adecuación de la planta principal del Palacio de Carlos V de Granada.Informes de la Construcción Vol. 59, 507, 5-19, julio-septiembre 2007 Rosenthal. El Palacio de Carlos V en Granada. Alianza Editorial, 1988. Villafranca Jiménez. La reutilización de una arquitectura histórica: el Palacio de Carlos V como contenedor de obras de arte. Cuadernos de La Alhambra, Nº 27, 1991, págs. 245-262. Villafranca Jiménez. Los Museos de Granada: Génesis y evolución histórica. (1835-1975). Granada, Diputación Provincial. 1998.

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