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DEL PATRONATO DE LA ALHAMBRA Y GENERALIFE

11 septiembre 2013

En relieve: un conjunto de azulejos epigráficos

Recientemente se han inventariado entre los fondos del Museo de la Alhambra varios fragmentos de azulejos con un grosor mayor al habitual y que presentan como principal peculiaridad una decoración epigráfica en relieve con dos niveles.

Hasta ahora se habían hallado 3 fragmentos que simplemente se catalogaron como “azulejos con relieve” al no poder identificar más rasgos funcionales y morfológicos. Tras la aparición –durante el actual proceso de inventario y catalogación que lleva a cabo el Patronato de la Alhambra- del primer fragmento de los que fueron registrados en el Museo en 1962, 7 fragmentos de tipología más clara y mayor tamaño, conseguimos asociar estos nuevos fragmentos más pequeños a la misma tipología de “azulejo con relieve epigráfico”. En la actualidad se dispone de un conjunto de 10 piezas del que podríamos esperar que se aumentase su número en los próximos meses a medida que avance el proceso de inventario.

azulejo

 Imagen1: Fragmento con procedencia“Pretil del atrio de Santa María de la Alhambra” (N.R.3831).Museo de la Alhambra. .

Sabemos que los 7 fragmentos inventariados con anterioridad proceden del “Pretil del atrio de Santa María de la Alhambra” y que éstos “fueron entregados por el maestro de obras”, tal y como indica el libro de registro del Museo de la Alhambra. Esta ubicación parece hacer referencia al actual atrio o plaza elevada que se abre a los pies de dicha iglesia, aunque el pretil al que alude probablemente haya sido sustituido por el actual.

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 Imagen 2: Fragmento con procedencia “Pretil del atrio de Santa María de la Alhambra” (N.R.69437). Museo de la Alhambra. 3 Imagen 3: Fragmentos con procedencia “Pretil del atrio de Santa María de la Alhambra” (N.R.74026 y 77737). En el segundo se observa la impronta de un clavo de sección cuadrangular. Museo de la Alhambra. .

Este conjunto cerámico está realizado a molde, pudiendo haber sido corregido ligeramente mediante talla antes de recibir la cubierta de vidriado verde y blanca. El verde se ubica sobre los caracteres de epigrafía cúfica en un primer nivel y el blanco se reserva para el fondo rehundido.

 En cuanto a la morfología, se disponen de 2 fragmentos que presentan claramente la zona limítrofe de las piezas o el final de una composición de dichas piezas (imagen 2 y 3 derecha), el resto solo es posible posicionarlos por la orientación de los caracteres. Por el número y forma de los éstos elementos textuales se piensa  que debe tratarse de una composición alargada constituida o fraccionada en un número indeterminado de piezas a modo de cartela o friso. Las proporciones de las letras –especialmente el grosor- también apunta hacia una composición de amplias dimensiones, principalmente en altura, pero que además podría sugerir su ubicación en un lugar elevado debido a la distancia que habría que salvar entre el texto y el lector o únicamente observador.

 Cómo se adhirieron al muro es también una cuestión resuelta pues, además del evidente mortero de cal que presentan en el reverso (imagen 4), se identifica en uno de los fragmentos un orificio postcocción de sección cuadrangular que aporta los indicios necesarios para saber que se emplearon clavos metálicos (imagen 3). Este sistema de sujeción fue habitual entre los albañiles nazaríes, pues se pueden localizar en otros azulejos de gran tamaño (imagen 5), aliceres y sobretodo en las yeserías1.

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 Imagen 4. Fragmento con procedencia “Pretil del atrio de Santa María de la Alhambra” (N.R.3836). Enel reverso se aprecian restos de mortero. Museo de la Alhambra. .

En el azulejo andalusí se emplea mayormente la representación bidimensional. Sin embargo, de este producto cerámico, pese a no ser el más habitual en la representación tridimensional -como si ocurre con la madera, fácil de tallar, y el yeso, fácil de moldear- no es raro encontrar ejemplos bajo medievales en los que se emplea el relieve de forma más o menos frecuente.

Quizá el más significativo y conocido de estos ejemplos, al estar expuesto en el Museo de la Alhambra (imagen 5) y observarse in situ en la misma puerta de la Justicia, sea el paño de sebka realizado con piezas cerámicas de tendencia romboidal que albergan elementos vegetales en su interior. Pero además, en la Puerta de la Justicia existen otros elementos cerámicos que contribuyen a dar volumen al paramento, estamos hablando de un encintado de ladrillo que cumple la función de alfiz y una rosca polilobulada que enlaza con encintado anterior para definir las albanegas. La textura y volumen que aporta el relieve al paramento es conseguido desde época taifa a través de la yeserías y maderas, momento en que comienzan a detectarse un progresivo abandono de los costosos paneles de piedra empleados en las etapas anteriores.

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 Imagen 5. Panel de azulejos de laPuerta de la Justicia (N.R.1270) y fragmento (N.R.55848) de la misma procedencia con detalle de clavo de metal para la sujeción de la pieza. Museo de la Alhambra. .

El uso de azulejo también entraña mejoras productivas en su manufactura. Con una materia prima relativamente económica y generalmente abundante se obtiene como resultado un material constructivo y decorativo más ligero y fácil de adherir al paramento que la piedra, durable e impermeable que además presenta un acabado colorido, brillante e incluso reflectante. La cubierta vítrea aporta luminosidad a la pieza que traslada al espacio en el que se ubica.

 El relieve, bien sea a través de elementos cerámicos, xílicos, pétreos o de yeso, aporta textura, volumen y dota de mayor realismo y cierta vitalidad a los motivos representados. Reviste de vistosidad y crea diferentes efectos o apariencias en función de la dirección y fuente de luz que los ilumine. Estas consideraciones fueron tenidas en cuenta por el ser humano desde los orígenes de la expresión gráfica cuando, por ejemplo, pintaron grandes animales aprovechando los resaltes de la roca en las cuevas de Altamira. En las yeserías islámicas será posible localizar hasta tres niveles de talla con elementos sobresalientes para hacer que el vegetal cobre vida2. Esta manifiesta intención de dotar a las superficies de relieve es apreciable también en la cerámica doméstica, en opinión de algunos investigadores, presente en Almería probablemente desde el s. XI3. Es de sobra conocido el trabajo de estampillado que predomina en las tinajas desde el s. XII en adelante4, pero quizá sean más representativos los pebeteros, braseros, maquetas arquitectónicas, asas de los afamados “jarrones de la Alhambra” y reposatinajas a los que se les imprime una fuerte dosis de elementos sobresalientes tendentes al bulto redondo, calados e incisiones para vestirlos con volumen y sugestión. En esta línea también queremos dar cabida a una serie de recipientes cerámicos –principalmente jarritas y orcitas- que podrían rastrearse desde en torno a los s. XI, XII y XII, los cuales se presentan prácticamente cubiertos en su totalidad por un relieve practicado a base de molde5 (imagen 6).

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 Imagen 6. Fragmento de recipiente realizado a molde (N.R.2933), posiblemente jarrita u orcita. Museo de la Alhambra. .

En opinión de Balbina Martínez Caviró durante la primera época de al-Andalus no se empleó de manera constante la cerámica –y en su defecto el azulejo- en la decoración arquitectónica6. No son erróneas las afirmaciones de esta autora tal y como atestiguan los escasos restos materiales que han llegado hasta hoy día. Ejemplos de esta primera época son los azulejos empleados en la Mezquita de Córdoba en la ampliación de al-Hakam II (961-967). Las formas cerámicas como teselas a modo de mosaico bizantino no constituyen una decoración en relieve, pero los azulejos en verde manganeso de moldura convexa crean un juego de volúmenes constatable.

 No exenta de problemática, suele adscribirse al s. XI -por similitudes estéticas que presentan con piezas de yesería de la Aljafería de Zaragoza- una pieza cerámica agallonada de procedencia cordobesa que debió presidir la albanega de un arco7. En esta ocasión si es posible percibir el juego tridimensional de los gallones que desarrollan una profundidad considerable.

 Manuel Gómez Moreno apostó por aparición de la técnica de alicatado de formas geométricas en época almohade, técnica que importaron del norte de África8. Existen algunos ejemplos muy discutidos de este hecho, entre otros los más conocidos sería la Giralda y Torre del Oro sevillana. No obstante se trata de nuevo, al igual que los azulejos de la Mezquita cordobesa, de elementos decorativos bidimensionales.

 Durante la época Almohade, pero sobretodo con la consolidación de la dinastía nazarí en los territorios que el Islam conservó en el sur de la península Ibérica, el azulejo se convierte en uno de los protagonistas principales en la decoración arquitectónica, esencialmente conocido a través de los alicatados. El escritor Ibn Said proporciona la primera noticia sobre el término a-zala?iyi –azulejo- entrono a 1240 o 1241, haciendo alusión a que las casas andalusíes se decoran con estos elementos9 y a su producción en Almería, Granada y Málaga10. Podemos suponer que tanto el auge de esta manera de decorar edificios como la mayor cercanía temporal a nuestra era han provocado también que hoy día se conserven más ejemplos de elementos cerámicos con ornamento en alto relieve.

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 Imagen 7. De izquierda a derecha: 1) Fragmento de azulejo en relieve sin procedencia (N.R.83614), 2) Fragmento de celosía con decoración en relieve procedente de una excavación en la Alcazaba de Málaga y traída y donada por Manuel Gómez Moreno (N.R.4632); 3) Fragmento de azulejo en relieve sin procedencia (N.R.1316); Fragmento de azulejo en relieve sin procedencia, pero con digitado bajomedieval sobre la palma (N.R.1315). Todos procedentes del Museo de la Alhambra. 8 Imagen 8. Tres fragmentos de azulejo en relieve que forman una cenefa o friso epigráfico; el primero desde la izquierda apareció en la Huerta de Santa María de la Alhambra y los otros dos sin procedencia conocida (N.R.1286, 1287 y 1289. También pertenece a este conjunto el nº 1288 procedente del Patio de Machuca y del que no se presenta imagen). Museo de la Alhambra. .

En el Museo de la Alhambra se custodian varios azulejos con diferentes formas y funciones que tienen como denominador común el haber sido manufacturados a molde y que presentamos en las imágenes 7 y 8. El Museo conserva entre sus fondos otros azulejos que cabe destacar por sus relieves figurativos. El primer conjunto al que hacemos alusión está formado por los dos azulejos procedentes del Secano y el Partal en la Alhambra (imagen 9) y dos más expuestos en el Instituto Valencia de Don Juan y el Museo Arqueológico Nacional. Se les denomina como los azulejos de las “aves zancudas”. Los tres presentan vidriado de reflejos metálicos y están considerados como nazaríes tanto por su técnica, como por sus motivos decorativos y procedencia11.

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 Imagen 9. Azulejos de las aves zancudas. Presentan relieve y decoración en blanco, azul y dorado. (N.R.184 y 1209). Museo de la Alhambra. .

Existe otro grupo de azulejos en relieve no menos interesante y que, aunque vienen siendo datados nazaríes, podrían despertar algunas dudas sobre su producción. Incluimos en este conjunto los azulejos procedentes de la Capilla de San Bartolomé del Hospital de Agudos en Córdoba –con personajes ataviados con túnicas y capuchas- y los conservados en el Museo de la Alhambra –con jinetes sobre sus caballos-, con igual técnica y composición, pero diferentes motivos. No se va a profundizar en las diferentes opiniones a cerca de quiénes fueron su artesanos y cuál fue lugar de origen12, pues la técnica parece ser idéntica a la empleada por los nazaríes en sus piezas de reflejo metálico y los motivos figurativos representados y su estructura organizativa responden más modelos góticos tardíos. Si podemos afirmar que fabricación de la pieza se corresponde con los procedimientos bajomedievales y suelen fecharse entre finales del s. XIV y principios XV13.

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 Imagen 10. Izquierda: conjunto de azulejos sin relieve y con procedencia Alhambra que reproducen el mismo esquema y motivo decorativo que los de Capilla de San Bartolomédel Hospital de Agudos (N.R.177, 2242, 2243 y 2245). Derecha: conjunto de azulejos con jinete y caballo procedente del Partal (N.R.167, 168, 169 y 170). Museo de la Alhambra. .

También de época nazarí se han datado algunos restos de capiteles concebidos en cerámica14. En estos elementos constructivos de columna, pese a –con probabilidad- no ejercer la función tectónica de la propia pieza debido a su menor resistencia, se imprimió un acusado relieve que prueba una vez más el gusto por el volumen.

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 Imagen 11. Capiteles cerámicos con decoración en relieve (N.R.3799 y 1276-2878). Museo de la Alhambra. .

Durante la baja Edad Media en el ámbito cristiano, comienzan a producirse azulejos con una técnica novedosa. Consiste en aplicar un molde a la superficie lisa del azulejo en la que queda una impronta o relieve muy bajo que es aprovechado para aplicar los distintos tonos de vidriado cerámico. Se les denominará primero azulejos de “labores15 y posteriormente de “arista” o “cuenca”. Esta técnica de azulejo en relieve tuvo una gran difusión en la Edad Moderna en toda la España. Aquí, en la misma Alhambra y desde mediados del s. XVI, estuvo en activo el alfar de los Tenorio16 que suministro a la propia Casa Real de todo tipo de azulejos entre los que se incluyen los de arista.

 En el mundo islámico fuera de al-Andalus es más frecuente el empleo del relieve en los azulejos y existen abundantes ejemplos de las diferentes dinastías islámicas que habitaron Oriente Próximo. Uno de los principales periodos es el de los Ilkhanies17, desarrollado entre los siglos XIII y XIV en el actual territorio de Irán e Irak; pero también se pueden seguir estos modelos ornamentales en relieve en los turcos Selyúcidas de finales s. X a s. XII18 y Otomanos del siglos XIV19, en la dinastía Timúrida20 de finales del s. XIV al primer cuarto del s. XVI y en casi todos los emiratos o califatos orientales.

 Para finalizar este rápido y breve recorrido por la decoración cerámica arquitectónica en relieve queremos remontarnos en el tiempo y hacer referencia a uno de los primeros precedentes de Oriente Próximo, las monumentales Puertas de Ishtar –Babilonia s. VI a. C.- que, a base de grandes azulejos recrean diferentes animales que se resaltan en relieve.

 Despedimos este post planteando la duda de si quizá este friso epigráfico del que hablamos al principio pudo pertenecer, simplemente por la cercanía de los hallazgos, a la hoy desaparecida mezquita de la Alhambra. Pese a los indicios no podemos más que plantear la hipótesis y animar a un futuro estudio pormenorizado.

BIBLIOGRAFÍA

 -ÁLVARO ZAMORA, M. I. Elementos arquitectónicos y decorativos nazaríes en el arte mudéjar aragonés, II: azulejería de arista procedente de la Torre Nueva de Zaragoza. EN Artigrama, núm. 19, 2004. Pp. 303-336

? FLORES ESCOBOSA, I., NAVARRO ORTEGA, A. D. “Moldes y cerámica moldada y dorada fabricada en Almería”. En Actas del I Congreso Internacional Red Europea de Museos de Arte Islámico (REMAI). Pp. 253-270. En prensa.

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-GÓMEZ MORENO, M. Cerámica medieval española: cursillo de ocho conferencias. Universidad de Barcelona, Facultad de Filosofía y Letras, 1924.

? LLUVIÁ, L. M. Cerámica medieval española. Barcelona. 1973.

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? MARINETTO SÁNCHEZ, P. “Cerámica arquitectónica nazarí. Algunos ejemplo de piezas pintadas”. En Actas III Congreso Nacional de Historiadores del Arte (CEHA), Ante el nuevo milenio: raíces culturales, proyección y actualidad del arte español, Vol. 1. Granada, 2000. Pp. 153-166.

? MARINETTO SÁNCHEZ, P. “Elementos de columnas nazaríes en cerámica arquitectónica”. En Actas III Congreso Nacional de Historiadores del Arte (CEHA), Ante el nuevo milenio: raíces culturales, proyección y actualidad del arte español, Vol. 1. Granada, 2000. Pp. 167-177.

? NAVARRO PALAZÓN, J. La cerámica islámica en Murcia. Consejería de Cultura y Educación de la Comunidad Autónoma de Murcia. 1986.

? NAVARRO PALAZÓN, J. “Un palacio protonazarí en la Murcia del s. XIII: Al-Qasr al-Sagir”. En Casas y Palacios de al-Andalus. S. XII y XIII. Lunwerg. 1995

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? VVAA. Ibn Jaldún. El Mediterráneo en el s. XIV. Auge y declive de los Imperios. Legado Andalusí. 2006.

Referencias:

1 RUBIO DOMENE, R. Yeserías de la Alhambra. Historia, técnica y restauración. Patronato de la Alhambra y el Generalife. Editorial Universitaria de Granada. 2010. P. 204

2 NAVARRO PALAZÓN, J. “Un palacio protonazarí en la Murcia del s. XIII: Al-Qasr al-Sagir”. En Casas y Palacios de al-Andalus. S. XII y XIII. Lunwerg. 1995. P. 201.

3 FLORES ESCOBOSA, I., NAVARRO ORTEGA, A. D. “Moldes y cerámica moldada y dorada fabricada en Almería”. En Actas del I Congreso Internacional Red Europea de Museos de Arte Islámico (REMAI). Pp. 265. En prensa.

4 MARTÍNEZ ENAMORADO, V. “Epigrafía Meriní. Lectura y documentación de las inscripciones sobre cerámica estampillada del Museo de Algeciras”. En TORREMOCHA SILVA, A y OLIVA CÓZAR, Y., La cerámica musulmana de Algeciras. Producciones estampilladas. Caetaria Monografías. Fundación Municipal de Cultura ?José Luis Cano?, nº1, 2002. P. 74.

5 NAVARRO PALAZÓN, J. La cerámica islámica en Murcia. Volumen I, Catálogo. Consejería de Cultura y Educación de la Comunidad Autónoma de Murcia. 1986. P. 35; FLORES ESCOBOSA, I., NAVARRO ORTEGA, A. D. “Moldes y cerámica moldada y dorada fabricada en Almería”. En Actas del I Congreso Internacional Red Europea de Museos de Arte Islámico (REMAI). Pp. 264. En prensa.

6 MARTÍNEZ CAVIRÓ, B. Cerámica hispanomusulmana. Andalusí y mudéjar. Ediciones el Viso. 1991. P. 46.

7 MARTÍNEZ CAVIRÓ, B. Cerámica hispanomusulmana. Andalusí …, p. 46.

8Modelos importados según este autor el norte de África con paralelos destacados en el alminar de la mezquita Kutubiyya de Marrakech. GÓMEZ MORENO, M. Cerámica medieval española: cursillo de ocho conferencias. Universidad de Barcelona, Facultad de Filosofía y Letras, 1924.

9 SANZ SALLA, C. O. El Régimen Jurídico Aplicable a Los Residuos de la Industria Cerámica. Publicacions de la Universitat Jaume I, 2000. P. 26

10 LLUVIÁ, L. M. Cerámica medieval española. Barcelona. 1973.

11 Purificación Marinetto considera que se trata de azulejos pertenecientes a jambas por su composición en vertical. MARINETTO SÁNCHEZ, P. “Cerámica arquitectónica nazarí. Algunos ejemplo de piezas pintadas”. En Actas III Congreso Nacional de Historiadores del Arte (CEHA), Ante el nuevo milenio: raíces culturales, proyección y actualidad del arte español, Vol. 1. Granada, 2000. Pp. 155.

12 Véase las siguientes publicaciones: MARTÍNEZ CAVIRÓ, B. Cerámica hispanomusulmana. Andalusí …, p. 115); GÓMEZ MORENO, M. Cerámica medieval española: cursillo de ocho conferencias. Universidad de Barcelona, Facultad de Filosofía y Letras, 1924.;MARINETTO SÁNCHEZ, P. “Cerámica arquitectónica nazarí. Algunos ejemplos…” P. 154.

13 MARTÍNEZ CAVIRÓ, B. Cerámica hispanomusulmana. Andalusí …, p. 115).

14 MARINETTO SÁNCHEZ, P. “Elementos de columnas nazaríes en cerámica arquitectónica”. En Actas III Congreso Nacional de Historiadores del Arte (CEHA), Ante el nuevo milenio: raíces culturales, proyección y actualidad del arte español, Vol. 1. Granada, 2000. Pp. 167-177.

15ÁLVARO ZAMORA, M. I. Elementos arquitectónicos y decorativos nazaríes en el arte mudéjar aragonés, II: azulejería de arista procedente de la Torre Nueva de Zaragoza. EN Artigrama, núm. 19, 2004. P. 308

16 GALERA MENDOZA, E. “Los jardines de la Alhambra durante el Reinado de los Austrias”, En revista Goya, nº 333. 2010. P. 293.

18 Azulejos de la cubierta del Mausoleo de Tekesh, sha de Jorezm, especialmente significativos porque, al igual que los que aquí se exponen, desarrollan un friso epigrafito. VVAA. “Los grandes selyúcidas, los selyúcidas de Anatolia y los shas de Jorezm”. En Islam. Arte y Arquitectura. Köneman. Barcelona 2004. P. 366

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