Membrillero de Japón en el Jardín del Generalife
La primavera se deja notar ya en la Alhambra. El color marrón del otoño ha dejado paso a un prematuro manto de colores que llenan los Jardines del Generalife. Nos detenemos en el membrillero del Japón, la planta del mes de enero en la Alhambra, quizás porque sus flores, de color carmesí, aunque también las hay en blanco, rosa y rojo escarlata, deslubran a los visitantes que pasean estos dias invernales por el Monumento nazarí.
Sus flores han aparecido en pleno invierno, incluso antes que las hojas, y quizás por este motivo nuestros jardineros cultivan este arbusto de hoja caduca en la Alhambra, donde suponemos que pudo introducirse en 1830. Los cambios tan grandes de temperatura no han influído en su salud, y aquí ha quedado demostrado que el membrillero de Japón o membrillero en flor (Chaenomeles speciosa) como también se le conoce, es una especie muy resistente a las heladas y que se ha adaptado a vivir en pleno sol y a la sombra. Su nombre genérico deriva de del griego “kaineu” (abrir) y “melon” (manzana) porque se pensaba que sus frutos, con aspécto de manzana, se abrían bruscamente.
Además, sus aromáticos frutos, que recuerdan a un pequeño membrillo son utilizados desde hace mucho tiempo en la medicina popular china para tratar artrisis y dolores musculares, y en la actualidad se emplean para hacer gelatinas, mermeladas y licores.