El granado en los paisajes de la Alhambra y las huertas del Generalife
El granado (Punica granatum) es una especie originaria del Próximo Oriente (hoy países como Irán, Afganistán o la República de Turkmenistán donde se le denomina anar) que, difundida temporalmente por toda la cuenca mediterránea, alcanzó la Península Ibérica con toda probabilidad hace varios miles de años.
Está citado en la Biblia y en el Corán, asociado siempre a la fertilidad. Fue muy cultivado en el antiguo Egipto donde recibía el nombre de arthumani. En el mundo Helénico la granada también fue símbolo de fertilidad y estuvo asociada a la diosa Afrodita. Teofrasto (siglo IV-III a.C.) los describe en su Historia de las Plantas y Plinio en el siglo I atribuye su origen a la zona de Cartago y por eso lo denomina malus punica, nombre con el que fue conocido en el mundo romano.
Propiedades medicinales conocidas desde la antigüedad
Dioscórides (siglo I d.C.) reconocía la existencia de tres especies: agria, dulce y vinosa. De la primera menciona sus propiedades diuréticas y beneficiosas para el ardor y de estómago, mientras que la cáscara del fruto dice que es cicatrizante, antiulcerosa y que calma la otitis. La decocción de las flores es cicatrizante y fortalece las encías y la decocción de las raíces cura las “lombrices”. Séneca menciona una “granada blanca” en Murcia. Columela (siglo I d.C.) comenta cómo conseguir que el granado de frutos dulces en lugar de ácidos, gracias al abonado. Isidoro de Sevilla (siglo VI-VII) dice que los griegos llaman a la flor del granado balaustion y que, según los médicos, las granadas no son alimento sino medicamento, frase que será repetida de aquí en adelante muchas veces por los agrónomos y botánicos en la Edad Media y Renacimiento.
El granado en la agricultura andalusí
Todos los autores y calendarios agrícolas andalusíes mencionan el granado bajo los términos rumman para los cultivados y yullanar para los que crecen de forma silvestre. Autores como Ibn Bassal, Abu I-Jay e Ibn al-Awwam demuestran tener una amplia experiencia en su cultivo. Dentro de los granados cultivados reconocen unos de frutos dulces, otros ácidos o agrios y otros agridulces.
Al-Tignari además menciona granadas de otros sabores: astringente, amarga e insípida. Estos autores citan también granadas de menor calidad, como la porcina, la zafarí (Ibn Wafid), la lisa, la obesa, orbicular o jugosa, la costisi, la lenticular, la murciana y la acidrada, todas ellas dulces; también la rumi, que es curpulenta y pulposa de grano rojo no muy intensa (Ibn al-Awwam).
Entre los usos citados destacan los medicinales, especialmente compendiados por Ibn al-Awwam y al-Tignari. Para estos usos se prefieren las granadas agrias o, en todo caso, la combinación de agrias y dulces. Su zumo fue usado como colirio en tratamientos oculares para las manchas de la córnea y también como antifebrífugo. El arrope de la variedad dulce se utilizaba como antifebrífugo. El arrope de la variedad dulce se utilizaba como antifusígeno y expectorante así como cardiotónico y diurético.
Ibn al-Awwam dice: “el humo de la madera y la cáscara de granada sirve para ahuyentar a insectos y víboras…las hojas mezcladas con trigo la preservan del gorgojo” y “las granadas untadas con miel curan las enfermedades de las abejas”.
El granado en las Huertas del Generalife
El Patronato de la Alhambra y Generalife encargó a la Universidad de Córdoba en 2007 la redacción de un estudio sobre las huertas del Generalife. El proyecto contó con la colaboración de la Escuela de Estudios Árabes de Granada (CSIC). En el entorno de las huertas del Generalife existen numerosos pies de granado. El equipo investigador decidió abrir un proceso de identificación varietal mediante técnicas de biología molecular.
Asimismo se está desarrollando un programa de caracterización de variedades con valor tradicional e histórico, localizando estos materiales genéticos en huertas familiares y poblaciones asilvestradas en los antiguos territorios de al-Andalus, hoy relegadas a linderos, ribazos y lugares marginales, así como en las colecciones de germoplasma conservadas en los países de origen.
El programa de investigación diseñado por las citadas instituciones incluye también la recuperación de usos tradicionales, antiguas recetas y formas de uso o consumo entre las que se encuentran su melazas, vinagres, licores, dulces y propiedades cosméticas.
Autor del artículo: Servicio de Jardines, Bosques y Huertas del Patronato de la Alhambra y Generalife.
Inmaculada Marin / 2 years ago
Pertenezco a un centro escolar con opción jardinería como módulo y agroalimentacion. Tema primordial hoy .