La poesía en al-Andalus y el poema de Lindaraja
En al-Andalus existió una gran sensibilidad hacia la poesía pues el musulmán veía en ella una manera común de expresar sus sentimientos, su adulación, su obediencia o su fe, y se deleitaba escribiendo y oyendo poemas. La expansión musulmana por la Península Ibérica supuso la creación de una nueva cultura, los nuevos pobladores extendieron los conocimientos de Oriente pero a su vez asumieron las peculiaridades locales haciéndolas suyas de una manera diferente y única en el mundo islámico. Fruto de ello es su legado artístico, único en el mundo árabe y donde destaca su producción literaria y, más concretamente, poética.
La poesía fue un género literario que se desarrolló de manera significativa, yendo paralelo a otras disciplinas artísticas relevantes. Durante los diferentes periodos de al-Andalus en la península este arte experimentó épocas de gran florecimiento, pero también algunas de decadencia. En los periodos anteriores al periodo Califal la poesía fue más pobre y tuvo como tema principal el elogio al soberano. Ya en la época califal, y con el auge literario y multicultural cordobés ,destacaron prolíferos poetas como el famosísimo Ibn Hazm (994-1063) con su obra “El collar de la paloma”, una obra que ha sido traducida en numerosos idiomas. Con la caía del califato cordobés y la decadencia de los reinos Taifas, las diferentes cortes experimentaron una importante idolatría por la poesía, destacó la de la corte sevillana de Abbad II al-Mu?tadid (m. 28 de febrero de 1069) y de su sucesor Al-Mu´tamid (1040-1095), que se convirtió en un importante centro productor y de mecenazgo. En ésta brilló el poeta cordobés Ibn Zaydún (1003-1070) con sus famosos poemas de amor y desamor a la princesa y poetisa cordobesa Wallada bint al-Mustakfi (994-1091), la cual lo rechazó.
Durante el periodo Almorávide las circunstancias sociales y políticas no favorecieron el desarrollo literario y los poetas quedaron más al servicio de sus gobernantes y a su exaltación, teniendo que esperar al periodo Almohade para que ésta sufriera un nuevo auge. En este último periodo hay que resaltar al poeta del amor udri (amor casto) Ibri Mutarrifz y su musa y amada, la poetisa Hafsa bint al-Hajj o al-Rakuniyya (1135-1191).
La característica más destacada de esta poesía hispanomusulmana es la dificultad que conlleva su contenido, siendo a veces ambiguo, con complicados juegos de palabras o lleno de metáforas, las cuales a lo largo de los siglos se fueron repitiendo de unos poemas a otros. También destaca la sutileza y belleza de su producción con temas muy variados, subrayando los relativos al amor y al desamor, a la naturaleza, a lo panegírico, a la adoración a los gobernantes… Estos poemas fueron plasmados en diferentes formatos en su creación, tales como en papel, en tejidos, en piezas realizadas en mármol, yeso, madera u objetos de lo mas variada forma y material constructivo. La poesía se fundía con los materiales constructivos y se convertía en un elemento decorativo más.
Durante la última dinastía musulmana que dominó el Reino de Granada, la dinastía Nazarí , en los palacios de la Alhambra y Generalife se creó una decoración epigráfica que iba desde textos coránicos, fundacionales u honoríficos a descripciones poéticas monumentales. La Alhambra se decoró con bellos textos de tres importantes poetas, secretarios de la cancillería real y primeros ministros de la Corte granadina: Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393). Cada uno es maestro del siguiente, aunque es Ibn Zamrak el considerado de mayor calidad poética de los tres. Estos poemas que fueron traducidos por primera vez por el morisco Alonso del Castillo durante el reinado de Felipe II y posteriormente por el Padre Echeverría en 1764. Sucediéndoles a éstos numerosas traducciones de los viajeros románticos y otros estudiosos arabistas del S. XX. Esto es un ejemplo del interés y la atracción por este legado literario monumental. .
El poema de la Fuente de Lindaraja
Uno de estos poemas monumentales lo encontramos en la fuente de Lindaraja, una obra del S. XIV en mármol con 2 m de diámetro. Su borde lo decora un poema de Ibn Zamrak a modo de banda. Este poema esta compuesto por 19 versos, en metro ramal, rima en <bi> cuyo recorrido en circulo dificulta el discernimiento del inicio y fin del poema. En éste se distinguen dos partes: una parte descriptiva de la fuente y otra aduladora de la dinastía nazarí. El poema presenta algunas lagunas ya que la talla decorativa y epigráfica está inacabada, siendo ésto todo un enigma. Ha tenido varias traducciones, pero la más aceptada y conocida es la de 1985 del arabista y traductor Emilio García Gómez.
Logro el grado más alto en hermosura y a los hombres de mundo mi ser pasma. Nadie espacio más grande vio que el mío, por igual en Oriente y Occidente, ni rey, cristiano o árabe, tuvo antes una fuente que a mí se pareciera. Soy como órbita de agua que a los hombres manifiesta reluce y no se oculta; mar muy grande, cerrado por riberas de bellísimo mármol escogido. Mi agua es perlas fundidas, que por hielo ves correr (tenlo a grande maravilla), y, por diáfana el agua, a través suyo, ni un instante de ti desaparezco. Se diría que yo y el agua pura que contengo y por mí se desparrama masa somos de hielo, que una parte se fundió, y otra parte no se funde. Cuando flotan burbujas, me imaginas una esfera en que salen muchos astros, y, cual concha de nácar por de fuera, junto dentro ese aljófar de burbujas. ………………………………… Díjome: Que haya dicha eternamente para el bravo, de estirpe galibía, descendiente de régulos del Yemen (de excelencia luceros, cuna noble, los Jazray Banu Qayla, paladines de la fe, valedores del Profeta). Te arrima su ventura lo lejano; su guía te esclarece lo sombrío, en un país que está siempre a buen seguro, con vasallos de vida acomodada, jefe al par mundanal y religioso, de un altísimo imperio en el sagrado.
Traducción de Emilio García Gómez.
La fuente es una de las obras más importantes del arte nazarí y se puede visitar en el Museo de la Alhambra en la Sala 7.
Día de la Poesía en el Museo de la Alhambra | Alhambra / 10 years ago
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