Tablero de ajedrez

Tablero de ajedrez con juego por las dos caras. La decoración abarca las dos caras quedando los laterales bordeados por una placa metálica. En uno de sus lados se adosa otra placa hexagonal de la que pende una anilla o argolla para ser colgado o transportado. En el lado del ?ajedrez?, las casillas están bordeadas por una cenefa de cordoncillo que se entrecruza. Las dos zonas para las piezas fuera de juego de cada jugador se ornamentan del mismo modo: tres grandes estrellas de ocho alineadas (formadas por dos cuadrados interpolados) cada una inscribe en su interior una similar con centro de otra nueva estrella de ocho, esta última es diferente ya que se construye por medio de ocho rombos con mismo punto de partida. La central se diferencia de las contiguas por el espacio entre la primera y la segunda estrella se completa con rombos de hueso en su mismo color blanco. Los espacios restantes entre la segunda y tercera estrella, en los tres centros, se rellenan con hueso tintado en verde y motivos de ajedrezado. Se unen las tres grandes estrellas por contacto con dos cuadrados intermedios en diagonal que repiten el motivo taraceado de ajedrezado en tonos blancos, marrones y verdes. Señalar que una estrella central, del lado donde falta el marco exterior es de color blanco hueso, a diferencia del resto de las halladas en la composición. La cara del juego de ?tablas? está dividida visualmente por un doble motivo de palma de dos hojas que crea las ?cuadras?. Respecto a la labor de taracea, repite el mismo tema que en la cara anterior: tres grandes estrellas que albergan otras dos y se conectan por cuadrados en diagonal. La diferencia radica en el tipo de relleno que reciben los espacios intermedios de las estrellas, ahora se usan los rombos para las grandes estrellas laterales. No obstante el eje de la composición aquí es un tema de lazo que forma cinco espacios cuadrados que inscriben ajedrezado en su interior, dicho lazo se confecciona con un motivo de cordoncillo. En la miniatura del folio 9 de Los libros de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X el Sabio, aparece representado un tablero con decoración muy similar a éste, con estrellas de seis puntas y clavos dorados en el enmarque. El juego del ajedrez se introduce, sin lugar a dudas a través de la España musulmana, pero el origen del nombre se dice que pasó al árabe del persa, y éste lo retoma de la India. El juego de ajedrez o Sitrany se conoce en la Península desde el s. IX, parece ser que por el músico Ziryab u otro emigrante iraquí. Pronto este juego se extendió, conociendose en el s. XI la afición que tenían a él algunos soberanos como al-Mutamid, quien poseyó tableros de maderas preciosas.
Taracea en madera de nogal, de abedul, metal y hueso 46.5 x 36 x 3.5 cm Siglos XIV- XV
Procedencia Convento castellano. Posible origen granadino.