Nuez de ballesta

En la Alhambra han sido halladas un buen número de unas pequeñas piezas en hueso tallado que se corresponden con nueces de ballesta que nos indican la presencia de esta arma en la ciudad palatina. La ballesta es un arma ofensiva que fue frecuentemente utilizada en al-Andalus, de hecho aparece representada en la Sala de los Reyes y en las pinturas nazaríes de las Casa del Portal. Estas últimas son unas pinturas figurativas murales realizadas a temple sobre estuco en la primera mitad del siglo XIV, en época de Yusuf I, y que representan escenas ceremoniales, festivas y de caza.  Estas pinturas resultan muy interesantes porque permiten reconstruir elementos relacionados con las escena que se narra. Es el caso de la ballesta y su uso, aparece en estas representaciones como arma de la infantería y de la caballería. En el caso de lo caballeros se puede ver las flechas colocadas en una aljaba situada en la parte delantera izquierda de la montura, lo que facilitaba su agarre. Los jinetes apoyaban los pies en estribos cortos, para poder ponerse en pie sobre ellos a la hora de disparar las flechas pudiendo así salvar la altura de la cabeza del caballo.

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Dibujo: P. Marinetto.

El autor granadino del siglo XIV Ibn Hudayl referencia las ballestas con el nombre de qadib afranŷī o “arco cristiano”. La descripción que aporta de las mismas es similar a las piezas que aparecen en estas pinturas y al único ejemplar de ballesta nazarí que hoy se conserva. El Museo Arqueológico de Granada tiene entre sus fondos esta ballesta  que resulta muy significativa porque es la única pieza conocida de este material en este momento histórico.

• ʿamūd, cureña o tablero de la ballesta: es es el cuerpo alargado que se abre en forma de horquilla en la parte superior para sujetar el qaḍīb o arco. El la parte central tiene una franja en la que era situada la flecha para su disparo.
• ŷawza o nuez: pieza que actúa a modo de disparador, girando sobre si mismo y dando fuerza a la cuerda que expulsa la flecha.  Se encuentra alojada en un hueco situado en la cureña. Se articulaba mediante el miftāḥ o llave cuyo extremo inferior sobresalía por debajo de la cureña.
• qaḍīb, arco o verga: pieza que se insertaba en la cureña y de cuyos extremos partía la cuerda que se tensaba para disparar.

� � Lo que si ha llegado más abundantemente hasta nosotros son las nueces de ballesta, evidenciando así de forma material que esta arma estuvo muy presente en la Granada nazarí. En la colección del Museo de la Alhambra son varios los ejemplares de nuez de ballesta conservados. Todos ellos están realizados en hueso y responden a un mismo modelo: un diámetro que ronda los 3 cm y una altura media de 2,5 cm, lo que evidencia que se hicieron acorde a un patrón estipulado.

Las piezas se encontraban perfectamente pulidas, como se puede ver en los ejemplares mejor conservados, y su forma estaba pensada para que pudieran girar sobre si mismas y articular el mecanismo de la ballesta. Algunas de estas piezas  evidencian las huellas del uso; otras conservan restos de la parte metálica que se introducía por una de sus hendiduras; y un buen número son piezas de desecho que se encuentran partidas por haber estallado a consecuencia de la presión que se ejercía sobre ellas al hacerlas girar. � Aunque a primera vista todas estas piezas pueden parecer muy similares, lo cierto es que hay diferencias en su curvatura. Como indica P. Marinetto, el corte curvo que se realiza en las mismas en algunas ocasiones presenta una curvatura más cerrada en uno de sus lados, en forma de gancho, debido a una evolución y mejora funcional. Estas nueces de ballesta son una muestra del uso de este armamento en la cuidad palatina de la Alhambra y del estado constante de guerra en que vivió el sultanato nazarí. � Bibliografía: Mendoza Egüeras, Ángela;  Sáez Pérez, Leovigildo; de Santiago Simón, Emilio (1982) ?La Ballesta Nazarí del Museo Arqueológico de Granada?. Revista Cuadernos de la Alhambra, nº 18. Granada, Patronato de la Alhambra.